¿QUIÉNES SOMOS?
Ediciones Cumbres es un proyecto editorial que nace desde la necesidad de proponer a especialistas y a todos aquellos que se interesan por el arte y la cultura, nuevos temas de importancia relacionados con la Danza, la Música y el Teatro y el Arte en general.
Las Artes Escénicas, su problemática y sus afinidades históricas entre diferentes géneros, temáticas y estilos, centran nuestra línea editorial.
Ediciones Cumbres es un espacio abierto a escritores, investigadores y artistas. Propone a nuestros lectores una reflexión desde la visión multidisciplinar de las artes, con la mirada puesta en la danza, y en la necesidad de llenar un vacío editorial existente. Para ello, os proponemos nuevos títulos de interés, buscando siempre la calidad en los contenidos, cuyo objetivo es, y será, el de contribuir al desarrollo de las personas a través del arte y la cultura.
DATOS TÉCNICOS
Autor: Santiago Martín Bermúdez
Título: ANATOMÍA DE LA ÓPERA. Desde sus orígenes hasta el siglo XX
El siglo de Jenůfa. Las óperas que cambiaron todo [ 1900 – 1950
Editorial: Ediciones Cumbres, 2015
Encuadernación: Rústica con solapas
Nº de páginas: 992
ISBN: 978-84-943713-9-4
Depósito Legal: M-5479-2016
Como editora, melómana y apasionada de la ópera, estoy feliz de poder presentar en esta casa de la Ópera en el mundo, el libro: ANATOMÍA DE LA ÓPERA. Desde sus orígenes hasta el siglo XX. El siglo de Jenůfa. Las óperas que cambiaron todo [1900 – 1950] del escritor y amigo Santiago Martín Bermúdez.
Esta apuesta de Ediciones Cumbres, viene a condensar el amplio espectro de publicaciones que desde 2012 venimos gestando, en pro de llenar ese vacío editorial, sobre las artes escénicas.
Creada en 2012, Ediciones Cumbres, nace de la necesidad de proponer a especialistas, y a todos aquellos que se interesan por el arte y la cultura, temas de importancia relacionados con la Danza, la Música y las Artes Escénicas; su problemática, las afinidades históricas entre diferentes géneros, temáticas y estilos, nuevos caminos de innovación, las confluencias entre las distintas disciplinas, la visión histórica de pasado y presente del arte escénico como mímesis de la vida…
Un amplio espectro temático que ha centrado nuestra línea editorial con el fin de crear un espacio abierto a investigadores y artistas, desde la reflexión multidisciplinar de las artes.
El libro que presentamos esta noche: ANATOMÍA DE LA ÓPERA. Desde sus orígenes hasta el siglo XX. El siglo de Jenůfa. Las óperas que cambiaron todo [1900 – 1950] es, sin duda, nuestra primera y principal apuesta por la música con mayúsculas, y en particular, por el género Operístico, en su complejo y convulso universo musical y dramatúrgico, un libro de consulta que es contribución necesaria a la biblioteca esencial de la ópera actual.
Y quién mejor que Santiago Martín Bermúdez para hablarnos de estos grandes compositores, él que ha convivido y convive a diario con la ópera, con el relato de sus libretistas, junto a la agonía y la felicidad de sus personajes más íntimos.
Santiago tiene ojo crítico, su sabiduría en los laberintos del tema, junto a su talento como dramaturgo, imprimen al libro una mixtura esencial, mezcla de erudición, pericia, ironía y misterio, que con sigilo, nos adentra en el universo de los compositores y entresijos del género.
Dice el autor: “este libro trata de óperas, y trata de músicos, y trata de momentos históricos cuando es necesario”.
El libro aborda óperas de una determinada época que se presenta como contexto, no solo como reflejo de las guerras, la política, el nacionalismo, y otras desdichas de los primeros años del Siglo XX: sino también como contexto de la propia escuela o carrera del músico. Porque, como diría el autor, una cosa es El operista, y otra, El compositor en conjunto y la casa musical en la que vive.
Pero sobre todo, la figura de Janáček domina este libro, casi 1000 páginas alrededor de la ópera compuesta en la primera mitad del siglo XX. “Es la renovación de los lenguajes, junto con Debussy, Bartók y Szymanowski, Berg y Schoenberg, Shostakóvich y Prokófiev, la Francia de entreguerras… Alrededor de todo ello, el Nacionalismo, tanto musical como político, en la atormentada historia de Europa Central” como bien expresa su autor.
Una anatomía necesaria de la Ópera se presenta esta tarde ante nosotros, con vocación didáctica. Un libro-arcón, repleto de sabiduría, en cuyo interior reposan las joyas de nuestra cultura actual, esa que tanto debe a la tradición y a la inventiva de los grandes maestros que han escrito la historia de la música de nuestro siglo más referencial.
Gracias al Teatro a Real y a Joan Matabosch por permitirnos estar en este sitio tan privilegiado. Gracias a Santiago Salaverri y Vera Zatopková por acompañarnos en la tarde de hoy. Gracias a Santiago Martín Bermúdez por la confianza, y a todos los amigos que han querido acompañarnos en esta presentación.
Mayda Bustamante
Abril, 2016
El siglo de Jenůfa es un recorrido apasionado y apasionante por las óperas compuestas en la primera mitad del siglo XX: Debussy, Berg, Prokófiev; y, sobre todo, el checo Janáček, el gran descubridor de los lenguajes para el teatro lírico. La ópera es teatro. Y advierte el autor: en ópera “la dramaturgia es la música”. A este libro seguirá otro para completar las óperas de ese medio siglo que es todo un siglo. Un libro que no rehúye la polémica en torno a escuelas, títulos, escena. Pero no la busca.
Teatralidades y avisos
En este libro en dos volúmenes analizaremos la aportación de grandes operistas en un vasto periodo que se inicia en el año 1900, hasta la segunda guerra mundial.
El autor considera que la ópera es teatro, pero teatro muy distinto al “teatro dramático”, lo que se llamaba “teatro de verso”, aunque fuera en prosa. Pero también considera, y así lo repetirá a riesgo de irritar a algún lector, que, en ópera, la dramaturgia es la música. Ahora bien, las relaciones entre libretista y compositor suelen ser fértiles… o conflictivas. En la época que consideramos, los compositores son a menudo sus propios libretistas, como comprobaremos.
Permítanme tres citas sobre la cuestión, antes de empezar. Se refieren a compositores muy distantes en el tiempo, muy anteriores, cada uno perteneciente a un siglo.
“En Quinault, tan pronto es el dramaturgo quien guía al poeta y le insufla una claridad, una firmeza de expresión, una facilidad de afirmación extraordinarias, como el versificador que se somete al gusto dominante y se desliza por las pamplinas galantes.” Jean-Marie Villégier: Un sueño negro habitado por un sol. En el programa del Teatro de la Zarzuela, 1992, con motivo del estreno de ATYS, de Lully y Quinault. Villégier era el director de escena. El compositor, no nombrado en la cita, es Lully, claro está.
“Calzabigi y, sobre todo, Gluck demostraron, al sacar adelante sus principios, que no lo hicieron en nombre de la literatura ni de la música, sino el nombre de la expresión dramática”. Enrico Fubini: La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX, ed. de Carlos Guillermo Pérez de Aranda, Alianza Música.
Veamos, finalmente, a Bellini y a su libretista, Felice Romani: “El aria final de La Straniera, ‘Or sei pago, o ciel tremendo’ se modificó varias veces, hasta tal punto que al final Romani se rebeló: ‘Pero, a ver, ¿qué es lo que quieres tú?’, le preguntó al compositor. ‘Quiero un pensamiento que sea al mismo tiempo una plegaria, una invocación, una amenaza, un delirio’, y Bellini se precipitó al piano para ilustrar sus intenciones. Romani comprendió por fin, ¡y los ocho versos hallaron su forma definitiva!” Felice Romani ou le classicisme romantique, artículo de Jacques Joly en L’Avant-scène Opéra, nº 122, Les Capulets et les Montaigus, julio 1989.
No creo que sea necesario insistir más en cuanto a teatralidades. No estará de más recordar el título de un artículo (un tanto escéptico), de uno de los más importantes directores de escena operísticos de los últimos tiempos, el ya desaparecido Patrice Chéreau: Si tant est que l’opéra soit du théâtre (Lulu, vol. 2, Opéra de Paris, 1979). Sí, podemos creer que la ópera es teatro y sin embargo cuestionárnoslo: “bueno, si es que la ópera es teatro”.
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Tal vez sea importante advertir que este libro aborda óperas de una determinada época que se presenta a menudo como contexto, pero que el contexto no se limita a épocas llenas de política, nacionalismo, guerras y otras desdichas: también es necesario a veces el contexto de la propia escuela o la carrera del músico, porque una cosa es el operista, y otra, el compositor en conjunto y la casa musical en la que vive. Así, este libro trata de óperas, de músicos, y de momentos históricos cuando es indispensable. Pongamos que es más necesario referirse a la época de Shostakóvich y Prokófiev (Guerra mundial, Guerra civil, revolución, terror…) que a la de Debussy; simplemente, a Debussy no le afectó en modo alguno que su época fuera la del affaire Dreyfus, o el auge del irredentismo francés por culpa de Alsacia y Lorena, abusivamente incorporada al Reich alemán tras la guerra franco-prusiana. A los dos compositores rusos les afectó en exceso. El llamado contexto es importante en Janáček y en Bartók: porque son compositores cuya obra (como la de sus compatriotas músicos) habría sido otra cosa de no haber nacido en un país que se encontraba dentro del Imperio austriaco o Austro-Húngaro y en plena Europa Central.
Este libro es el primer volumen de una obra que abarca más compositores de ópera de la primera mitad del siglo XX, esa media mitad que consideramos prácticamente como una centuria en sí misma. En el segundo volumen, abordaremos a Richard Strauss y otros compositores de Europa Central. Y veremos el nacimiento de la ópera en Estados Unidos, entre otros temas.
El autor lleva décadas conviviendo con estas óperas. Es inevitable que se cite o se plagie a sí mismo. Los textos de cada capítulo le deben mucho a otros escritos del autor, pero se trata de un libro nuevo que, por decirlo de algún modo, no parte de cero.
Está escrito por alguien que se dedica al ensayo musical desde hace más de tres décadas; pero también es dramaturgo, y hasta autor de algunos libretos de ópera. Las referencias a puestas en escena se limitan mucho, pero no se esquivan. El enfoque teatral es deliberado. E inevitable.
Este libro lo terminó el autor a las puertas de fin de año de 2015, cuando se cumplían ochenta años de la muerte de Alban Berg, cuarenta de la de Bernard Herrmann y siete de la de Harold Pinter, y muy próximo al cumpleaños de Ava Gardner.
Como se suele decir: cada loco, con sus mitos.
Madrid, noviembre de 2015
Santiago Martín Bermúdez
Santiago Martín Bermúdez (Madrid, 1947). Ensayista, dramaturgo, narrador. Premio Nacional de Literatura Dramática en 2006 por la pieza Las Gradas de San Felipe; y otros galardones, como el Premio Lope de Vega o el Enrique Llovet. Libretista de óperas y otras obras escénicas. Fundador y Presidente de Scherzo, revista de música fundada en 1985. Autor de una gran monografía sobre el compositor Igor Stravinski (Península, Scherzo, 2001). Programas en Radio Clásica, piezas teatrales, conferencias en materia de ópera y música. Su última narración hasta el momento es Canciones del teatro oscuro (Pasos perdidos, 2014). Ediciones Cumbres publicará este año su narración cervantina El viaje de los fingidos, obra nueva al tiempo que celebración de las obras de Cervantes.