Movimientos Quietos ha significado un rotundo éxito expositivo en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, donde el público hasta el 30 de noviembre, aún tiene chance de disfrutar de la obra del maestro alemán Marcel Odenbach, tanto en video como en papel, la cual se exhibe en la Sala 8, del Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en la Zona Cultural de Parque Central, Caracas.
Como pionero del videoarte germano, Odenbach es reconocido ampliamente, representa en Movimientos Quietos una perspectiva internacional y critica de la humanidad, en una propuesta que ha itinerado por Montevideo, Uruguay y ahora que se despide de Caracas, Venezuela, seguirá a Bogotá, Colombia y posteriormente a otros países latinoamericanos hasta el próximo año 2016.
Como en el MAC siempre queremos saber la opinión del público, aquí traemos los comentarios sobre esta muestra de algunos de sus visitantes:
Juan Veracruz, 19 años, estudiante: “Es la primera vez que vengo al MAC y todo lo que he visto me ha gustado mucho. No sabia que existía el videoarte, me encantó de los videos la combinación de la música y las imágenes, me atrapa, me envuelven o hasta podría decir que me hipnotiza. El artista te transmite un gran reproche político, porque muestra muchos momentos difíciles, guerras y enfrentamientos bélicos. Me parece muy importante que los jóvenes nos mezclemos más con los museos, porque hay muchas obras con gran significado, te puedes culturizar más y hasta te sirven de inspiración”.
Karleidys Quintero, 20 años, estudiante del Iutirla de Creación Audiovisual y fotografía: “Nunca había escuchado de Marcel Odenbach, pero si sabía un poco sobre el videoarte. Me llama mucho la atención las obras en papel, me intriga la superposición de imágenes y de los videos me da la sensación que el artista quiso representar lo que hacen las personas en su vida diaria”.
Savatore Santillo, 20 años de edad, estudiante del Iutirla: “Había visto antes otras obras de videoarte, pero no conocía al artista. Me intriga mucho la diferencia de perspectivas de visión que tienen en las instalaciones de videos, muestra lo mismo pero en diferentes entornos. Del MAC me encantó lo pulcro y lo bien mantenido que está. Pero me preocupa, como joven, la falta de inversión en publicidad o de promoción, para los museos. Pero del resto me encantó el MAC, como estudiante de fotografía me gustaría poder contribuir en el futuro”.
Federico Rivas, 22 años de edad, estudiante del Iutirla: “Sí conocía el videoarte, había visto algo parecido por medio del grupo Pink Floyd. Me parece súper interesante los collages en las obras de papel. Pienso que en los videos se transmite una interacción quizá bizarra entre la música y la imagen que, en algunos momentos, puede resultar hasta incomodo, pero es muy interesante el resultado. Me gustan muchos los museos, la última vez que vine fue hace unos meses, me encanta poder despejarme de mis problemas y culturizarme un poco más”.
Yelimar Uzcategui, 21 años de edad, estudiante del Iutirla: “Conocía muy poco del videoarte y del artista tampoco. Me encantó la instalación de video Me dio vuelta la cabeza, porque me dio exactamente esa sensación de mareo y creo que eso es lo que quería el artista. Me gusta mucho de la exposición lo extraño de las imágenes que muestra en los videos de una manera simple, pero a la vez compleja. Es la primera vez que vengo al MAC, me gustó mucho el museo, pero es muy triste como nosotros los jóvenes nos preocupamos por cosas muy banales solo por moda y no de las artes”.
Pablo Vivas, 22 años de edad, estudiante de teatro: “No conocía el videoarte a fondo, sabía que existía pero nunca había visto una exposición. Me parece un poco difícil de interpretar, por lo contradictorio de las imágenes, algunas son muy crueles, los videos contienen guerra y paz al mismo tiempo. Me parece una obra bastante polémica y hasta controversial, critica bastante a la población. Me gusta mucho venir a los museos, del MAC me encanta la quietud y tranquilidad que siento”. (FIN/ FMN/ Kelly Mejía)